El ser humano es el hacedor de su propio destino y su propia realidad, tanto de su bien, como de su mal.
El resultado de nuestra vida depende de muchos factores. Lo que debemos tener claro es que si tienes éxito es gracias a tí, si fracasas es por tí, si eres feliz es por tí, si vives bien es por tí, si vives mal es por tí.
Los culpables no existen, tú eres el responsable de todo lo que sucede en tu vida. Tú debes responsabilizarte de tu vida (Respons-habilidad: Responder con habilidad).
El resultado de nuestra vida es lo que decimos, pensamos y hacemos. Cada palabra que decimos o que pensamos es una semilla que se planta, y que en algún momento dará frutos, ya que “lo que se decreta se concreta”.
Tengamos cuidado de lo que pensamos y decimos, ya que ello se siembra y si lo alimentamos cada vez va a coger más fuerza y se hará más grande, tanto para bien como para mal.
Un pensamiento positivo, ser agradecido, enfocarnos en nosotros mismos sin culpabilizar a los otros de lo que nos sucede, es la clave para crear una vida abundante y positiva, por el contrario si te centras en la queja y en el lamento estás sembrando el fracaso y el no avance en la vida.
Por lo tanto te invito a que siembre en tu vida a través de tus pensamientos y palabras acciones bonitas, enriquecedoras, agradecidas para que puedas recoger lo mejor de lo mejor para llevar una vida de alegría y felicidad.
¡¡Tu eliges!!